En la tarde del domingo 22 de diciembre en
el Centro Patrimonial Curarrehue
se vivió el espíritu de la Navidad de antaños:
sin viejitos pascueros,
sin árbol lleno de luces artificiales,
pero con el calor y la alegría de
personas de buena voluntad.
Todos en un momento fuimos niños.
Muchas gracias a todos los que hicieron posible
esta hermosa tarde
y a todos que nos acompañaron en esta actividad comunitaria.
y a todos que nos acompañaron en esta actividad comunitaria.
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