sábado, 7 de septiembre de 2019

Cata de Vinos del Itata

UNA SILENCIOSA RESISTENCIA

Gracias al Centro de Educación y Tecnología para el desarrollo del Sur “CETSUR” organización de la sociedad civil que trabaja por la construcción de localidades sustentables en el sur de Chile, tuvimos el honor de tener en nuestro Centro Patrimonial Curarrehue de San Pedro de la Paz, a cuatro expositores y productores de Espumante, Italia, Cinsault y País. Tres hombres y una mujer que representan a muchos pequeños viñateros del Valle del Itata.
Don MANUEL SOTO productor de la viña “Entre Valle”, comuna de Ranquil, sector Batuco, con su espumante "Brut Cinsault", fue medalla de oro en el 2º concurso catador Ancestral Wine Awards.
Don JOEL NEIRA de la viña “Piedras del Encanto” comuna de Ránquil, tercera generación de viñateros que mantiene cepas patrimoniales como País, Cinsault, y Moscatel de Alejandría.
Doña MARÍA LORETO ALARCÓN productora de la “Viña Ñipanto”, sector Fundo Ñipas, comuna de Ránquil, su producción de Cinsault, premiado como el mejor Cinsault de Chile en el primer Concurso Catador Ancestral año 2017 y Medalla de oro en el Catador Wine Awards en el año 2018.
Don PATRICIO BUSTOS productor de la viña “Rey Criollo”, originario de Portezuelo. Gran defensor de la cepa País. Pertenece al comité de viñateros de Portezuelo y junto a otros productores levantaron el grupo asociativo Eco Parra.

Hermosa, interesante y emotiva reunión: La intervención de cada viñatero se complementó con la degustación del mosto trabajado, que deleitó el paladar acompañado de un bocado justo y preciso, junto al canto campesino de Gloria Toro y Fernando Escobar.
Son Viñateros que dan que hablar y que mantienen una silenciosa resistencia, frente a un sistema comercial avasallador y cruel, no permitiéndoles una estabilidad rentable para sus cepas. En los grandes restaurantes de nuestra zona no se mencionan estos brebajes porque son regionales, de pequeños viñateros que todo lo hacen manteniendo la herencia tradicional recibida.
No son marcas de costosas propagandas, pero sí, son herencias patrimoniales que la Madre tierra itateña les nutre y humedece sus raíces con la fuerte nutriente de sus venas abiertas y profundas.